martes, 6 de enero de 2015

Cuando vamos a escribir un libro, hay tres preguntas que saltan a nuestra mente: ¿Qué voy a escribir? ¿Por qué voy a escribir? ¿Para quienes voy a escribir? Y la respuesta a estas tres preguntas fue lo que me llevo a escribir mi libro titulado: Mi Interpretación de Apocalipsis.
¿Por qué mi o la mía? Porque si usted le pregunta a cada cristiano, la manera en que el interpreta este extraordinario libro, tendríamos innumerables interpretaciones del mismo. Este es el motivo especial del título que decidí darle a mi recién editado libro: Como lo veo, lo entiendo y lo he enseñado por espacio de 40 años impartiendo mis conferencias sobre el tema.

El libro de Apocalipsis ha sido considerado como el enigma de los siglos, motivo por el cual ha sido sellado y olvidado, no se abre ni se recomienda su estudio. Por este libro haber sido considerado por algunos como incompresible, o no vigente, el mismo ha sido despreciado por otros como misterioso y dudoso. Este es el motivo por el cual le pedí al Señor, que me permitiera escribir algo de palpitante actualidad, ameno y sencillo y a la vez profundo.
Si, le confieso que mi vida jamás ha vuelto a ser ni será la misma, desde que decidí escribir y dar a la publicidad un libro de esta magnitud, porque Apocalipsis no solo es el libro de las grandes revelaciones, sino del gran AVIVAMIENTO. Es por eso que le garantizo que cuando usted lo lea, su vida nunca más será igual.

Debo declararle, que para impartir un estudio sobre Apocalipsis, no podemos prescindir del estudio del libro de Daniel, pues ambos se complementan. Se ha expresado y con mucha certeza, que el libro de Daniel mira hacia delante, al futuro, pero que Apocalipsis mira atrás al pasado, al presente y más al futuro inmediato. De esto se desprende que si no tenemos en cuenta lo que se nos aclara en el capítulo primero, no podremos hacer una correcta interpretación del mismo, veamos:

“Escribe las cosas que has visto, las que son, y las que han de ser después de estas”. (Ap. 1:19)

Quiero aclararles, que al escribir una exposición de esta magnitud, no pretendo saberlo todo ni aclararlo todo, sino que he anhelado que usted logre mitigar su sed, que como a mí, me ha estado quemando por años: Saber y descubrir algo de un libro tan profundo, pero a la vez vigente como lo es.

No me cansare de recomendarles el estudio del Apocalipsis, donde toman parte activa tres personas y un lugar. Las tres personas son: Nuestro Señor Jesucristo, el apóstol Juan, el Emperador del momento y la rocosa Isla de Patmos, donde estaba desterrado por su fidelidad al Señor este gran cristiano de antaño. Fue allí cuando le vino la visión para escribir tan colosal e imperecedera obra maestra. Esto nos dice, que para escribirse un libro como el Apocalipsis, su autor tuvo que estar pasando por las más serias de las vicisitudes ¿Por qué le decimos esto? Porque muchos gustamos de revelaciones fáciles y para tener grandes revelaciones y manifestaciones de Dios y más para servirles de bendición a otros, tenemos que de alguna manera estar desterrado en una Isla de Patmos nosotros también ¿Cuál sería el Patmos de nuestras vidas? 1) Una enfermedad, 2) Un sufrimiento, 3) Una crisis de cualquier índole: Lo que sea que usted este atravesando, es ahí donde Dios se quiere encontrar con usted, para darle de sus ricas y extraordinarias revelaciones, entonces:   Sus vidas se convertirán en bendición para los que le rodean. Cuando así pensamos, nuestras adversidades y sufrimientos serán el móvil de Dios, para servirle de algo en este mundo y dejar historia imperecedera.


Mi mensaje final: Que usted vea cada prueba y adversidad que le venga a su vida, como la voluntad de Dios para bendecir a otros, Dios lo bendiga. 

Escrito por el Pastor ENOC FUMERO 
y publicado por PALABRA SENDERS
Disponible AQUI

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